El servicio de Cardiología de Salamanca presentará próximamente su propuesta para ser centro de referencia nacional de cardiopatías congénitas y conseguir la acreditación de los programas CSUR (Centros, Servicios y Referencias del Sistema Nacional de Salud). La unidad ya recibe a pacientes de toda Castilla y León en una consulta monográfica semanal que permite realizar todas las pruebas en la misma consulta.
La escasa prevalencia (9 por cada 1.000 nacimientos) hace que la necesidad de especialización sea cada vez más necesaria. Si se extrapolan esos datos a Salamanca, hay un millar de personas con este tipo de patologías de las que 600 tienen un seguimiento activo y hay otra cifra importante que no ha llegado al servicio o se encuentra sin diagnosticar.
Agustín Martín, especialista del servicio de Cardiopatías Congénitas del Hospital, detalla que la unidad cuenta con todos los requisitos de pacientes, cardiólogos, redes con otros hospitales, como el Gregorio Marañón de Madrid, y la incorporación de la última tecnología.
Para la presentación de la propuesta ha influido la adquisición en 2021 de la puesta en marcha de una resonancia potente de última generación, la única usada en exclusiva por un servicio de Cardiología en un hospital público. En concreto, supuso mejorar la resolución de la imagen al pasar de un imán de 1,5 teslas a uno de 3 teslas lo que favorece que la señal de los tejidos sea mucho mayor que la que existía hasta entonces. “Contar con una resonancia y un TAC propios nos permite ser de los pocos hospitales españoles en contar con ellos solo para Cardiología”, detalla Martín.
No es solo la tecnología sino la habilidad y la experiencia de los profesionales para manejarlo. El servicio ya contaba con un TAC de prestaciones avanzadas (solo existen otros dos en España en hospitales públicos) y una sala de electrofisiología y hemodinámica pionera que se han adaptado al nuevo Hospital desde entonces.
Los primeros beneficiados de contar con unos equipos punteros de primer nivel son los pacientes que acuden a estas consultas. “Tenemos la posibilidad de hacer ecografías en la misma consulta o pruebas complementarias como TAC y resonancia sin demora”, detalla el profesional de la unidad que está formada por 2 pediatras, 2 cardiólogos de adultos especializados en cardiopatías congénitas y un cardiólogo pediátrico del Gregorio Marañón con el que se mantiene una relación fluida para el intercambio de datos de los pacientes y aumentar los nexos de investigación.
En la actualidad, la consulta de cardiopatías congénitas prácticamente no tiene lista de espera tras eliminarse a principios de 2020 gran parte de la que existía tras resolverse un concurso de traslados. Fue creada en el año 2014. La mayoría de los pacientes que acuden a la consulta presentan cardiopatías de una complejidad sencilla o moderada a excepción del 15% que tienen complejidad y exigen de un seguimiento semanal. “No son pacientes a los que se pueda hacer un seguimiento en una consulta de Cardiología no específica. Suelen llegar derivadas tanto desde el propio servicio como en aquellas diagnosticadas en menores”, explica el cardiólogo.
Una carrera de fondo
La obtención de la acreditación CSUR es una prueba de fondo como ya se vio en la unidad de cardiopatías familiares que es centro de referencia nacional desde 2019. El Hospital presentó la candidatura en 2016 pero fue descartada tras superar los primeros cortes porque le faltaba un año de experiencia. Transcurrido ese periodo, Cardiología volvió a solicitar la certificación y, entonces sí, se superaron todos los cortes y auditorías presenciales necesarias para obtenerlo. Este programa se encarga de los problemas hereditarios del corazón, especialmente las miocardiopatías, que afectan a músculos y corazón.