Esta patología cardiaca se produce por una dilatación de la pared de la arteria aorta y resulta difícil de detectar debido a la ausencia de molestias en el paciente
La aorta es la principal arteria del cuerpo humano, y es que su función es llevar la sangre oxigenada desde el corazón a todo nuestro organismo. Las enfermedades más frecuentes relacionadas con ella son los aneurismas, las disecciones y las coartaciones. En el caso concreto de los primeros, son dilataciones de la pared de la aorta, en cualquier parte de la misma, aunque lo más frecuente es que se produzcan en el abdomen.
Así lo explica el doctor Xavier Ruyra, jefe del Servicio de Cirugía Cardiaca del Instituto del Corazón Quirónsalud Teknon, en Barcelona. “La aorta tiene tres porciones: un trayecto inicial que llamamos ‘aorta torácica ascendente’, una parte curva conocida como ‘arco aórtico’ o ‘cayado’, y una parte descendente o ‘aorta torácica descendente’. A partir del diafragma recibe el nombre de ‘aorta abdominal'».
Este especialista señala que las dilataciones o aneurismas pueden afectar a entre seis y 10 pacientes por cada 100.000 habitantes al año. “Esta dilatación de la aorta hace que su pared tenga que soportar una mayor tensión y puede llegar a producirse una ruptura, ulceración, hematoma o disección. Se tratan todas ellas de complicaciones muy graves y de muy alto riesgo. En la mayoría de los casos, además, no dan ningún signo de alarma”, advierte.