Emili Saura, expresidente de la SECCE y de la SCC

El pasado sábado, día 20 de diciembre, falleció el Dr. Saura en Barcelona.
Emili fue un gran amigo, una persona excelente y un cirujano del que se han formado muchos de los profesionales que hoy dirigen diversos servicios de cirugía en Cataluña.
Dedicó muchas horas y muchos días a la Sociedad. Desde los tiempos en que la SEC y la SECCV tenían su sede común en la calle Murcia estuvo vinculado a la Sociedad de una u otra manera. Juntos iniciamos el Boletín de Noticias en la época en que el Dr. Gómez Durán era presidente, boletín que en poco tiempo pasó a tenerle como Editor-Jefe hasta convertirse en nuestra revista, posteriormente heredada por el Dr. Carlos Mestres y actualmente dirigida por el Dr. García Fuster. Como miembro de la Junta Directiva en varias ocasiones y como representante de la Societat Catalana, siempre fue una persona activa y con iniciativas, aunque a veces resistente a la hora de adoptar determinadas decisiones colegiadas. Caparrut es una magnífica definición en mallorquín que le encajaría a la perfección; pero siempre estuvo abierto a reconsiderar su empecinamiento.
Junto al Dr. Jorge Silvestre recorrimos España entera recabando, en una época en la que internet no estaba en la mente de nadie, datos sobre el número de facultativos, residentes, personal de enfermería y administrativo, así como sobre la organización y la carga de trabajo de los servicios. Poco se sabía entonces que éramos o qué hacíamos como colectivo profesional, y menos aún de los resultados de la actividad asistencial de los distintos servicios públicos y privados del país.
Como presidente, impulsó la relación y la colaboración con la EACTS (se había formado en Lyon, como otros muchos catalanes de su generación) y favoreció una mayor actividad con los grupos de América Latina, con los que, desde su etapa formativa junto al Dr. René Favaloro, mantuvo amistades muy cercanas y llenas de afecto.
En lo personal, la asistencia conjunta a numerosos congresos (quince años consecutivos al de la Sociedad Austriaca junto con los Dres. Jorge Martinell y Genaro Froufe, ambos ya fallecidos), muchos inviernos compartidos en su casa de Esterri d’Àneu, en los Pirineos, o los inolvidables paseos veraniegos en su barca en Llafranc, me permiten afirmar que hemos perdido a una persona irrepetible: generosa, cordial, inteligente y con una capacidad de resistencia frente a la adversidad solo superada por esta última circunstancia de la que ninguno, antes o después, podremos escapar.
A su esposa, Montse Barrera, y a sus tres hijos, Gemma, Xavier y Eduard, todos quienes le conocimos queremos hacerles llegar nuestras condolencias y nuestra más sincera amistad.
Descanse en paz.
José Luis Pomar