Fuente: sanidad.gob.es
El pasado mes de abril, el Ministerio de Sanidad publicó una nueva actualización del “Informe de necesidad de médicos especialistas en España 2023-2035”. Este informe supone una actualización sobre el previo de 2021 que, según reconocen, se había visto distorsionado por el impacto de la pandemia de COVID. Con este, ya son 6 los informes elaborados desde 2007, todos ellos analizando las tendencias en el equilibrio entre oferta y necesidad de médicos especialistas en general y particularmente por especialidades, haciendo también algún análisis detallado por comunidades autónomas.
Como se indicó, este informe ha tratado de aglutinar la mejor calidad de datos disponible respecto de los previos, a efectos de poder realizar predicciones en un horquilla temporal tan ambiciosa como hasta 2035, y que constituirán parte del marco guía de la política sanitaria futura, al menos en lo que respecta a la formación sanitaria especializada. El análisis ofrecido parte de los datos obtenidos de diferentes fuentes como el Registro Estatal de Profesionales Sanitarios (REPS), los nuevos títulos tanto emitidos como homologados, las nuevas afiliaciones a la Seguridad Social de profesionales sanitarios y datos proporcionados por primera vez por la Alianza de la Sanidad Privada en España (ASPE) que aglutina a más de 1300 entidades sanitarias privadas.
La metodología seguida aglutina múltiples análisis en un extenso documento de más de 150 páginas, que realiza un análisis transversal, casi fotográfico, de la situación actual, y trata de realizar una extrapolación más creíble a 5 años (2029) y otra, a nuestro parecer, más utópica a 11 años (2035), sobre el balance de la oferta y necesidad de médicos en cada una de las especialidades reconocidas en el programa de Médicos Internos Residentes. Todo este análisis y predicciones se establecen integrando los datos demográficos de los profesionales adscritos a cada una de las especialidades en el momento actual y combinándolos con las tendencias mostradas con los 17 años de experiencia en la elaboración de estos trabajos. Si bien indican que se ha tenido en cuenta el impacto de las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial, las autoras no especifican cómo ha podido ponderarse este aspecto en los modelos predictivos, ya que se trata de fenómenos sin precedentes de los que todavía no es posible medir el alcance que van a tener. Tampoco se han tenido en cuenta los diferentes procesos de estabilización de profesionales, bien por concurso-oposición o bien por concurso de consolidación que están teniendo lugar en todo el país y que, a buen seguro, tendrán impacto sobre el ordenamiento de las unidades y, en definitiva, sobre la actividad asistencial.
Múltiples son los aspectos que se analizan en torno a la situación general del Sistema Nacional de Salud (SNS), con datos a la par tan curiosos como interesantes. Si bien no es el objetivo de esta noticia, podremos dar algunas pinceladas de las tendencias mostradas como que el número de profesionales sanitarios que trabajan en el SNS (excluyendo MIRes) se ha incrementado un 40% desde 2007 y un 6% desde 2021, hasta 2023, fecha de corte del trabajo. Se reconocen importantes desigualdades entre comunidades autónomas en los ratios de médicos, oscilando entre un mínimo de 247,8/100.000 habitantes hasta el máximo de 396,7/100.000 habitantes en Cataluña. Sin embargo, este crecimiento ha sido desigual, con un incremento en el campo de la atención especializadas pero una contracción en Atención primaria donde, de hecho, un 16,4% de los médicos de Atención primaria trabaja en la red hospitalaria así como lo hacen casi la mitad de los pediatras. Las mejores dotaciones de Atención primaria corresponderían a Castilla y León, Extremadura y Aragón frente a Baleares, Madrid y Canarias. En el caso de la atención de Pediatría, las mejor dotadas serían Navarra, Comunidad Valenciana y Canarias, estando en un plano peor Baleares y las dos Castillas. La feminización ha seguido una tendencia progresiva siendo, en la actualidad, más de la mitad de facultativos mujeres, a excepción de Ceuta y Melilla. No obstante, en las especialidades quirúrgicas persiste todavía el predominio masculino. También es destacable el rejuvenecimiento global del SNS, si bien se encuentran diferencias marcadas tanto entre especialidades como entre comunidades autónomas. Por último, a penas el 7% de los médicos del SNS trabajan a tiempo parcial. Sin embargo, vuelven a encontrarse amplias diferencias entre especialidades, siendo aquellas donde sus MIRes eligen con posiciones de ranking más bajas las que precisamente atesoran tasas de trabajo a tiempo parcial, así como de trabajo a nivel privado, más altas.
En lo que respecta a nuestra especialidad, muchos son los datos que se ofrecen en el análisis y que son fiel reflejo de la preocupante situación por la que atravesamos. Este informe los traduce en números que nos permiten ponderarlos con exactitud, más allá de impresiones u opiniones de las que nadie somos ajenos. Algunos de los datos proporcionados por el informe al respecto de nuestra especialidad son los siguientes:
- La población candidata a tratamiento por parte de cirugía cardiaca sufrirá una contracción de más de la mitad en un periodo de 2023 a 2035. Con un -57%, constituye una de las especialidades junto con cirugía torácica y análisis clínicos, más perjudicadas. Se desconoce si en esta contracción, propuesta y teórica, se han tenido en cuenta sólo los pacientes candidatos a tratamiento quirúrgico abierto. Está claro que las preferencias de la población por tratamientos menos invasivos, más adaptados a un inexorable envejecimiento, hacen que nuestra especialidad, junto a la Cardiología intervencionista, esté pasando por una fase donde deben encontrar puntos comunes y depurar los roles en el tratamiento endovascular de las cardiopatías estructurales en un “verdadero Heart-Team”, que tendrá que ser redefinido. Además, debieran tenerse en cuenta otros campos en expansión como indicaciones quirúrgicas más precoces para la reparación valvular o la patología aórtica abierta y endovascular; la esfera del tratamiento de la fibrilación auricular con la ablación, quirúrgica aislada o híbrida, y cierre del apéndice auricular izquierdo; los buenos resuiltados de las indicaciones de cirugía de revascularización y las bajas tasas de intervención quirúrgica existentes en nuestro país, sobre todo en la enfermedad de tronco izquierdo pero también en la multivaso, que ofrecen un amplio margen de crecimiento; la pujanza de tecnologías como los soportes circulatorios mecánicos de todo tipo y duración; las crecientes necesidades de solución de complicaciones de dispositivos implantados percutáneamente, en el contexto de un intervencionismo cardiológico cada vez más invasivo; los avances en el tratamiento de las cardiopatías congénitas tanto en edad pediátrica como en pacientes adultos, etc.
- Nuestra especialidad continúa siendo una de las menos feminizadas, con un 74.6% de hombres. Sin embargo, se espera una progresiva feminización en relación con una mayor feminización de los candidatos MIR, con un 50.8% actual de mujeres que pasará a 52.5% en 2029 y 58.5% en 2035. No obstante, este dato debiera tener en cuenta la preocupante tasa de contratación de los MIR egresados de la formación especializada que, en 2020 sólo era del 7.7% (o lo que es lo mismo, 2 especialistas de una promoción de número habitual de 26 candidatos).
- Por ello, la preferencia en la elección en el MIR ha hecho que la especialidad se vuelva poco atractiva. De las más de 40 especialidades analizadas y reconocidas en España, es una de las que ha sufrido mayor caída en el ranking de especialidades según la mediana de los puestos de los adjudicatarios desde 2002 a 2023. Dicho de otra forma, una especialidad cuya elección era la 2º-3º en 2002 en la mediana de los puestos de elección durante el MIR, ha pasado a superar la posición 20º en dicho ranking.
- El número de especialistas en 2023 se ponderó en 378, incluyéndose un 4.8% de compañeros extranjeros. La población de cirujanos cardiacos españoles seguirá también las tendencias de rejuvenecimiento del SNS (50-60 años: 27.4% en 2023, 24.9% en 2029 y 17.8% en 2035; >60 años: 8.2% en 2023, 7.2% en 2029 y 2.9% en 2035).
- Aunque sólo el 8.7% de los profesionales trabajan a tiempo parcial, aquellos que presentan actividad privada presentan tasas de trabajo a tiempo parcial que supera el 75%.
- Es destacable una amplia variabilidad entre comunidades autónomas en la disponibilidad de cirujanos cardiacos, siendo de más del 53.8%. No obstante, este hecho probablemente atienda a un desconocimiento de la idiosincrasia de la especialidad y sus dinámicas de trabajo, tratando de equipararla a los modelos de otras especialidades que precisan cobertura más amplia y de proximidad. No obstante, se reconoce una importante contracción en el número de profesionales, siendo acutualmente de 1.5 especialistas/100.000 habitantes que pasarán a 1.1/100.000 habitantes en 2029 e incluso 0.7/100.000 habitantes en 2035.
- Y a pesar de dicha contracción y la baja contratación de MIR egresados, en el balance población de referencia (demanda) y especialistas disponibles (oferta), se considera que ya existe actualmente un superávit moderado de profesionales que no se llegará a compensar, con las tendencias mostradas de número de promociones MIR seguidas hasta la fecha, ni en 2029 ni en 2035. El criterio de consideración de superávit moderado es el de presencia de >10% de los especialistas disponibles sin trabajo activo. Cabe destacar que ninguna especialidad se considera que se encuentre en superávit grave, como sí se indicó en informes previos, y cuya categoría “moderado” sólo atiende a un criterio arbitrario. De hecho 21 especialidades se encuentran actualmente o lo harán en 2029 en superávit, siendo moderado, junto a la nuestra, para Gastroenterología, Hematología, Medicina Intensiva, Medicina Interna, Medicina Preventiva-Salud Pública, Nefrología, Neumología, Neurología y Ginecología-Obstetricia.
Los datos ofrecidos no son nada nuevo y, por primera vez, se hace una llamada desde el Ministerio a un análisis y búsqueda de soluciones pormenorizada para cada especialidad, puesto que el manido “déficit de médicos” no es aplicable a todo el SNS, sino a regiones particulares y a especialidades concretas. De hecho, en las anteriores 10 (incluida la nuestra) especialidades en superávit moderado de profesionales, se insta a “tomar medidas inmediatas de reducción de oferta de plazas MIR” para corregir esta situación. Esperemos que, con lo anteriormente expuesto, voces como la de la Comisión Nacional de la Especialidad se escuchen por fin y se traduzcan en políticas correctoras. Y aunque los datos no muestren un futuro halagüeño, como médicos somos buenos conocedores que es mejor tener un diagnóstico claro, por malo que sea, para aportar un tratamiento y predecir un pronóstico; que tratar sin diagnóstico.