La pequeña Naiara recibe el alta tras el trasplante

EL HOSPITAL GREGORIO MARAÑÓN SEÑALA QUE LA NIÑA, QUE RECIBIÓ EL PRIMER TRASPLANTE EN EL MUNDO DE CORAZÓN INFANTIL EN PARADA Y CON GRUPOS SANGUÍNEOS INCOMPATIBLES, «HA GANADO PESO Y NO HA SUFRIDO EPISODIOS DE RECHAZO A SU NUEVO CORAZÓN»

El Hospital Gregorio Marañón de Madrid ha dado el alta a la pequeña Naiara, la bebé que recibió en mayo el primer trasplante del mundo de un corazón infantil en parada y con incompatibilidad sanguínea con el donante. «La niña ha ganado peso, come por boca y no ha sufrido episodios de rechazo a su nuevo corazón», que le fue trasplantado cuando ella tenía dos meses de edad en una intervención que se ha convertido en «un hito en medicina» al tratarse «donante y receptor de niños de muy pequeño tamaño», ha señalado el hospital en un comunicado.

Tras este trasplante pionero, la bebé ha podido abandonar el hospital donde permanecía ingresada desde su nacimiento debido a sus problemas cardíacos, aunque tendrá que acudir a revisiones periódicas y tomar inmunosupresores.

El corazón injertado, obtenido en parada, se implantó tras «varias horas de isquemia fría en un centro alejado del hospital donante, algo excepcionalmente descrito», y además había incompatilidad sanguínea, lo que aumenta aún más la complejidad.

Este tipo de trasplante AB0 incompatible fue puesto en marcha en 2018 por el Gregorio Marañón y, ahora, con la donación en asistolia (parada) para los niños tan pequeños se incrementa la posibilidad de un trasplante por encima del 10 por ciento. Además, la donación en parada procedente de un donante en distinto centro para un bebé de pocos meses como Naiara puede convertirse en «la única posibilidad de sobrevivir, ya que para estos niños tan pequeños no hay posibilidad de máquinas de asistencia ventricular que puedan servir de soporte hasta la llegada del trasplante», como sí ocurre en niños más mayores. A ello se añade la posibilidad de un donante de cualquier grupo sanguíneo, que «abre una gran ventana de oportunidad» para estos bebés.

Aunque la niña tendrá que tomar inmunosupresores para evitar el rechazo a su nuevo corazón, «el resto de medicación se irá retirando paulatinamente y podrá hacer una vida normal, con este tipo de tratamiento y sus revisiones periódicas», ha explicado la doctora Manuela Camino, jefa de Trasplante Cardíaco Infantil del hospital.

«Su evolución es muy buena, no ha tenido episodio de rechazo de su nuevo corazón y ha superado un problema de alteración del ritmo del corazón con medicación antiarrítmica», ha relatado la doctora. «Estamos emocionados, el día del alta de un niño siempre es una alegría enorme porque son pequeños que han estado muy malitos y ahora se pueden ir a casa». El caso de Naiara es «muy especial; es nuestra pequeña campeona», ha concluido.

El cirujano navarro Juan Miguel Gil Jaurena, jefe del servicio de Cirugía Cardíaca Infantil del Hospital Gregorio Marañón, lideró el equipo que hizo posible este hito que, como destacó en declaraciones a este periódico, ha sido posible gracias a los progenitores del donante porque, como puso en valor, «se te muere un familiar, en este caso un niño recién nacido, y en mitad de ese dolor indescriptible tienen la generosidad tan grande de donar para salvar otras vidas».