Creo que, como Sociedad Española de Cirugía Cardiovascular y Endovascular, debemos estar enormemente orgullosos de contar con un Miembro de Honor desde hace años que ha sido galardonado con el Stanford JE Wallace Sterling Lifetime Achievemnt Award 2021. Un prestigioso premio a toda una trayectoria profesional ejemplar.
Estoy refiriéndome a uno de los mas conocidos cirujanos cardiovasculares no sólo de los EEUU sino del mundo entero, por sus relevantes aportaciones a la literatura científica de la especialidad, por su inigualable papel en el campo del tratamiento de las valvulopatías (desde las prótesis biológicas y su forma de analizar los resultados hasta sus detallados estudios sobre la fisiopatología de la insuficiencia mitral funcional o secundaria), por sus enormes contribuciones al tratamiento de la patología de la aorta y, de manera muy especial, a la cirugía de las cardiopatías congénitas; por ser uno de los mas emblemáticos colegas, capaz de unir la asistencia y la docencia con una investigación al mas alto nivel durante mas de 30 años en un laboratorio experimental fundado con el NIH. Con todos estos atributos, la mayoría de quienes están leyendo, han identificado a Douglas Craig Miller, Thelma y Henry Doelger Professor of Cardiovascular Surgery en Stanford.
Craig Miller, desde 1971 asociado siempre a la Universidad de Stanford y a Palo Alto tiempos en que algunos éramos tan sólo estudiantes de Medicina, es, además, un apasionado amigo de todos los españoles y de lo español. Ha sido mas de 12 años editor asociado del JTCVS y del comité editorial de numerosas revistas de la especialidad y de Cardiología. Ha tenido muy importantes distinciones entre las que se encuentran la Distinguished Scientist Award de la American Heart Association y su prestigioso Eugene Braunwald Mentorship Award, el Marfan Foundation’s Antoine Marfan Award en 2001 y el AATS Scientific Achievement Award in 2019.
Fue, entre otras cosas, Presidente de la Sociedad de Cardiocirujanos a instancias de Ramiro Rivera en tiempos complejos para la especialidad y ayudó a un gran número de cirujanos españoles que acudieron a su institución, tanto como visitantes como investigadores ( y el Dr. Juan Francisco Nistal fue uno de ellos y quien anoche me comentaba lo de este premio) y que se beneficiaron de su amabilidad, generosidad y liderazgo científico. Tres virtudes pocas veces juntas en el mismo ser humano. Muy pocas.
En un viaje con motivo de un American College en Los Angeles le hice una visita a Palo Alto; no solo nos atendió en su casa a la familia a cenar con su esposa y los magníficos perros que conforman la suya, sino que, aún siendo el domingo de Pascua, nos organizó toda una jornada en uno de los parques de atracciones mas conocido de California, el Great America, junto a la familia de otro cirujano hispanoparlante y de Méjico, por entonces en Stanford y ahora en Honolulu, Carlos Moreno Cabral. Pero han sido numerosas las estancias allí por diversos motivos y al margen del trasplante con compañeros como José María Valle, Carlos Mestres o José Manuel Revuelta entre muchos otros.
Conocer y tratar a dinosaurios como Norman Shumway, Peer Portner, Margaret Billingham o Tom Fogarty, personalmente, se lo debo. Y hasta hablar inglés…aunque esto sería otra historia.
Pero si por algo hay que darle las gracias es también su apoyo activo e incondicional para ser admitidos como miembros de la American Association for Thoracic Surgery a muchos de nosotros. Desde los tiempos de Carlos Gómez Durán por quien tenía mucho respeto y les unía una gran amistad.
Mas, y muy de agradecer. Entre él, y Jo Woo posteriormente, han permitido que dos o mas alumnos de cuarto de Medicina de la Universidad de Barcelona realizaran estancias de verano en Stanford en los últimos casi 20 años, facilitando los tediosos trámites burocráticos que eso conlleva y acogiéndoles de manera que, desde el primero, el hoy Dr. Juan Birbe -con quien firmó un capítulo de un libro sobre Cirugía de la Aorta siendo aún pre graduado de cuarto- hasta el último estudiante justo antes de la pandemia tengan un imborrable recuerdo de Craig y del equipo entero de profesionales que le rodea.
Sumarnos, desde España, a este premio a toda una carrera excepcional, es una muestra pequeña; pequeña pero sincera de reconocer lo que mas allá de los EEUU ha sembrado Craig Miller durante tantos años. Una amistad sin fisuras ni limitaciones que esperamos que, por el hecho de pasar a emérito, no se trunque y nos permita de nuevo disfrutar, con mas tiempo si cabe, de su presencia entre nosotros.
Un gran abrazo y enhorabuena, Craig, Miembro de Honor de nuestra sociedad.
José Luis Pomar
Para quienes quieran recordar la presentación que hicimos de él en el Congreso Nacional en Oviedo, o desee ver un magnífico video-clip sobre su persona relacionado con el premio que ha recibido, adjuntamos el pptx y un enlace para acceder al último.