El hospital homenajea a Concha Fernández, supervisora del Área de Cardiovascular, con motivo de su jubilación, con un acto sorpresa 33 años después de su llegada al centro.
En el homenaje, el jefe de servicio de Cirugía Cardiovascular, Sergio Cánovas, destacó de Concha su «excelencia» profesional, su «liderazgo» y «su capacidad de trabajo». «A lo largo de mi vida profesional he tenido la fortuna de visitar más de 150 hospitales», señaló. «En ninguno he conocido a un profesional sanitario de tu talla».
Una de esas «cosas» que le alegraron la semana a Concha ocurrió hace unos días, cuando llegó a su planta a las 5.30 la madrugada, como cada día, y todo el suelo estaba «lleno de corazones hasta el despacho». Al abrir la puerta había allí «cincuenta o sesenta globos», también con forma de corazón. «Ha sido un escándalo. Siempre me ha gustado pasar desapercibida, nunca salgo de la planta y estos días ha estado todo el mundo haciéndose fotos conmigo. Estoy superagradecida». Las muestras de cariño han sido tan numerosas que la batería de su móvil no ha podido resistir una sola jornada sin una recarga de emergencia ante la avalancha de mensajes.
Concha ha visto pasar varias direcciones de Enfermería, varias gerencias y direcciones médicas y, una tras otra, han ido renovando su confianza en ella. Quienes han trabajado con esta leonesa llegada a Murcia en el año 89, la definen como una mujer de empuje incansable, trabajadora y, por encima de todo, comprometida con el paciente por encima de todo.
Una evolución «enorme»
En los más de 33 años de profesión que ha pasado en La Arrixaca, la enfermera asegura haber visto «cambios enormes». «Cuando llegué a la planta de Cardiología era un servicio reducido, teníamos mucho tiempo, era como una casa. Hemos ido creciendo y creciendo y ahora dejo un macroservicio con una Hemodinámica potente, un servicio de Arritmias enorme, las ‘ecocardios’ crecidas; hemos creado una consulta de insuficiencia cardíaca con una enfermera experta gestora de casos, una consulta de rehabilitación cardíaca con otra enfermera, tenemos un servicio de Unidad de Intermedios Cardiológicos que fue un reto importantísimo, que nos ha costado muchísimo, pero que hemos sacado adelante; el servicio de Cirugía Cardíaca también ha crecido muchísimo, donde se hacen cuatro extracorpóreas diarias, cuando antes se hacían dos; tenemos una consulta de alta precoz que da un servicio a los pacientes increíble. Antes podían pasar entre 7 y 10 días ingresados, y ahora entre el tercer y cuarto día la mayoría de pacientes se van a casa. Llevo siete años llamándoles yo personalmente a las 24 y las 48 horas y los pacientes lo han agradecido enormemente», subraya.
El reconocimiento de estos días le ha servido, según reconoce, para amortiguar el cambio en sus primeros días sin ir al trabajo. «Me he venido a mi casa superfuerte», asegura. Tampoco piensa quedarse parada. Sigue trabajando en la web de la Asociación Española de Enfermería en Cardiología, donde fue presidenta cinco años, y ya tiene un proyecto en mente: «Hacer un manual de cirugía cardiovascular para enfermeras». «Es que el día es muy largo», dice.