El reemplazo valvular aórtico (RVAo) es considerado el tratamiento de referencia de la valvulopatía aórtica avanzada, con el permiso del implante valvular aórtico transcatéter. En la década de 1970 aparecieron las prótesis de pericardio bovino para mejorar la hemodinámica de la válvula aórtica y reducir el riesgo de degeneración valvular estructural frente a sus antecesoras porcinas. Con el paso del tiempo, las nuevas generaciones de prótesis han mejorado la durabilidad.
La bioprótesis Carpentier Edwards Magna Ease® apareció en 2008 como una evolución de los modelos Carpentier Edwards PERIMOUNT® previos. Los resultados de esta prótesis a corto y medio plazo se han demostrado prometedores, pero en la práctica clínica a largo plazo no se han investigado exhaustivamente. El objetivo de este artículo es evaluar los resultados clínicos, el rendimiento hemodinámico y la durabilidad de esta prótesis a largo plazo.
Se encontraron 871 pacientes sometidos a RVAo con bioprótesis Carpentier Edwards Magna Ease® entre enero de 2010 y diciembre de 2012. En el análisis se incluyeron procedimientos aislados y concomitantes (cirugía de bypass coronario, sobre válvula mitral o sobre aorta ascendente). Se excluyeron pacientes menores de 18 años, intervenciones con ampliación de anillo aórtico concomitante o uso de la bioprótesis en otras posiciones (mitral/pulmonar). Se recogieron datos retrospectivos preoperatorios, intraoperatorios y postoperatorios de los 689 casos resultantes, en una base de datos anonimizada.
El objetivo primario fue evaluar la probabilidad de aparición de degeneración protésica estructural. Otras variables investigadas fueron los resultados clínicos y ecocardiográficos, además de eventos importantes, tales como mortalidad, endocarditis, degeneración protésica no estructural o necesidad de nueva RVAo.
El tiempo medio de seguimiento fue de 7,9 ± 2,5 años. La edad media de la población fue de 70,8 años, siendo la mayoría varones (64,4%). La indicación de intervención principal fue la estenosis valvular aórtica grave (82,6% de los casos). Más de la mitad de los pacientes se sometieron a una RVAo aislada (55,3%), y el procedimiento concomitante más frecuente fue el bypass coronario. La media de estancia postoperatoria en UCI fue 2,6 días, y la de ingreso 8,9 días. En cuanto a las complicaciones postoperatorias, la más frecuente fue la fibrilación auricular (28,4%). Un 2% de los pacientes se sometieron a implante de marcapasos postoperatorio y solo 2 pacientes fueron reintervenidos durante el ingreso por fuga periprotésica.
A los 10 años de seguimiento, la incidencia acumulada muerte por causa cardiovascular fue de 6,7%, y la de reintervención sobre válvula aórtica un 1,9%. Fue la endocarditis la causa
más prevalente de reintervención (52,3% de los reintervenidos). La incidencia acumulada de degeneración protésica estructural moderada fue de un 3,6%. En cuanto a la prótesis, se encontró un ligero aumento del gradiente medio durante el seguimiento, aumentando de 11,3 ± 5,2 mmHg el primer año, a los 12,6 ± 7,4 mmHg a los 10 años, con p < 0,01.
Analizando los subgrupos de población, se encontró una mayor tasa de eventos en los pacientes más jóvenes: degeneración protésica estructural (9,7% en < 65 años; 2,7% en > 75 años; p = 0,013), reintervenciones sobre prótesis aórtica (7,8% en < 65 años; 0,4% en > 75 años: p = 0,02). No hubo diferencias significativas de dichos eventos teniendo en cuenta el tamaño de la prótesis elegido. Tampoco se encontraron diferencias en la aparición de endocarditis infecciosa según edad y tamaño protésico (p > 0,05).
La conclusión a la que llegan los autores es que los resultados a largo plazo de la bioprótesis Carpentier Edwards Magna Ease® (en términos de tiempo libre de degeneración protésica estructural o endocarditis sobre prótesis, valores hemodinámicos, ecocardiográficos y clínicos) son superiores a los obtenidos con otras bioprótesis aórticas y con generaciones anteriores tras un seguimiento a largo plazo. Estos resultados confirman la extensión de los obtenidos con dicha prótesis a medio plazo (3-5 años).
COMENTARIO:
Este es uno de los pocos artículos que estudia los resultados a largo plazo de la bioprótesis Carpentier Edwards Magna Ease®. La bioprótesis estudiada es la de tercera generación, ampliamente utilizada en nuestro país. Los datos recogidos, tanto de pruebas seriadas como de eventos relacionados con la prótesis, representan de forma óptima el rendimiento de la misma tras 10 años de seguimiento.
Este estudio nos permite obtener una perspectiva nueva en relación al reemplazo valvular aórtico, ofreciendo una opción óptima a la hora de elegir qué prótesis emplear en pacientes de > 60-65 años.
El objetivo que nos podríamos plantear tras esta publicación es la optimización en los pacientes más jóvenes, en los que se observa una mayor tasa de complicaciones, contextualizado en la mayor esperanza de vida comparada con pacientes mayores. Hacen falta datos de seguimiento tras esos 10 años, para evaluar cómo evoluciona el rendimiento de la prótesis en los pacientes más jóvenes.
Gracias a este estudio, contamos con datos fiables y contrastados de esta prótesis, que garantizan un bajo riesgo de reintervenciones o complicaciones a largo plazo tras su utilización en la RVAo. De esta forma podemos ofrecer así respuesta a las dudas que se plantean nuestros pacientes cuando tienen que someterse a dicha intervención, aportando estadísticas significativas y razonables.
REFERENCIA:
Francica A, Benvegnù L, San Biagio L, Tropea I, Luciani GB, Faggian G, Onorati F. Ten-year clinical and echocardiographic follow-up of third-generation biological prostheses in the aortic position. J Thorac Cardiovasc Surg. 2024 May;167(5):1705-1713.e8. doi: 10.1016/j.jtcvs.2022.10.023.