Incluso bajo tratamiento médico óptimo, los pacientes con insuficiencia cardíaca (IC) avanzada presentan un mal pronóstico, siendo el trasplante cardiaco el tratamiento preferido. Sin embargo, el acceso al trasplante cardíaco es limitado por lo que, para hacer frente a ello, se han introducido los dispositivos de asistencia ventricular izquierda (DAVI) como opción terapéutica alternativa, ya sea como puente al trasplante, o como terapia de destino. El manejo de estos pacientes es complejo, y con frecuencia se producen complicaciones graves, que se asocian a frecuentes reingresos, hospitalizaciones prolongadas y elevados costes sanitarios. Por lo tanto, el rápido acceso a unidades avanzadas es una necesidad. Sin embargo, la asistencia de los pacientes portadores de DAVI se concentra tradicionalmente en unos pocos centros especializados: los centros implantadores.
La implantación de un modelo de atención compartida (MAC) se define como la participación conjunta de médicos de atención primaria y especialistas en la atención planificada de pacientes con una enfermedad crónica, coordinada mediante un intercambio de información mejorado, más allá de las altas hospitalarias y derivaciones rutinarias. Esto permite a los equipos asistenciales separados geográficamente facilitar una atención de alta calidad centrada en el paciente, mediante una colaboración coordinada. Sin embargo, cuando nos centramos en la gestión de los pacientes portadores de DAVI, no se dispone de evidencia que respalde estos principios. El objetivo de este trabajo es recopilar y debatir la evidencia científica actual sobre el uso de MAC en el manejo de los pacientes portadores de DAVI.
El trabajo en cuestión se trata de una revisión literaria en la que la estrategia de búsqueda incluyó dos elementos: los DAVI y la atención compartida. Se revisó toda la literatura científica escrita en inglés y publicada antes del 3 de junio de 2023. De 1559 registros que reportó la búsqueda, 5 estudios fueron incluidos en la revisión, siendo 4 artículos de revisión y un artículo prospectivo. Todos los artículos procedían de Estados Unidos y se publicaron entre 2015 y 2023.
En cuanto a los resultados, se identificaron cinco temas principales: 1) definición y objetivos, 2) criterios para las asociaciones de atención compartida, 3) beneficios percibidos, 4) preocupaciones y retos percibidos y 5) resultados clínicos. Los criterios claves para un MAC en la gestión de los pacientes portadores de DAVI son: 1) la existencia de un equipo multidisciplinar de atención compartida liderado por un especialista de Cardiología en IC avanzada y en DAVI, coordinados y apoyados por enfermería de práctica avanzada; 2) asegurar alrededor del 50% de los cuidados durante el seguimiento en el centro de atención compartida; 3) la utilización de protocolos de colaboración estandarizados y 4) una comunicación y colaboración eficaz entre todos los integrantes del MAC.
A medida que aumenta el número de pacientes portadores de DAVI, se necesitan MAC para mantener accesible la atención de estos pacientes. Los MAC son prometedores en la atención a largo plazo de los pacientes portadores de DAVI, pero falta evidencia sobre su impacto, tanto en los pacientes como en el sistema sanitario.
COMENTARIO:
Actualmente, el implante de DAVI es cada vez más frecuente en pacientes con IC avanzada, y la atención y seguimiento de estos pacientes se concentra predominantemente en hospitales terciarios especializados. Sin embargo, el aumento de la carga de trabajo en los centros implantadores plantea retos importantes para acceder a la atención de pacientes que residen en zonas remotas. Un enfoque emergente para la gestión de pacientes portadores de DAVI es el uso de un MAC, que facilite la colaboración entre los centros implantadores y los hospitales locales no implantadores.
Esta revisión explora y sintetiza la evidencia científica actual sobre el uso de MAC en la gestión de la atención de los pacientes portadores de DAVI. Este modelo se define como una colaboración entre el centro implantador de DAVI y centros no implantadores en la atención continuada a los pacientes, siendo el objetivo común mejorar la satisfacción y calidad de vida del paciente, preservando al mismo tiempo los resultados clínicos relacionados con el DAVI.
En los resultados de este trabajo, se objetivó que los principales beneficios del uso de un MAC fueron la mejora de la satisfacción del paciente, la contribución a mejorar directa o indirectamente la calidad de vida, y a la reducción del estrés, tanto del paciente como de sus cuidadores; y en la continuidad de la atención. A nivel del sistema sanitario, el uso de MAC permite ampliar la prestación de una asistencia continua, de alta calidad y adaptada al paciente más allá de los límites del centro implantador.
En general, los cuidados compartidos requieren el compromiso de un equipo multidisciplinar, supervisados por un especialista de Cardiología en IC avanzada y en DAVI, y coordinados y apoyados por enfermería de práctica avanzada, que actúa como contacto de primera línea para los pacientes. La formación en los principios básicos de los cuidados del DAVI es esencial, así como mantener las competencias para garantizar la prestación de una atención segura y de alta calidad. Un estudio prospectivo incluido en la revisión demostró que la ausencia de cuidados específicos del DAVI se asociaba a una menor supervivencia y a mayores tasas de trombosis e infecciones relacionadas con el DAVI. Además, los cuidados compartidos requieren de la existencia de una estructura de comunicación bien diseñada entre el centro implantador y el lugar de cuidados compartidos, una coordinación estructurada y el compromiso de todas las partes implicadas. Aquí juegan un papel importante los protocolos de seguimiento, siendo necesarios protocolos estandarizados basados en estudios prospectivos realizados en este escenario clínico para desarrollar una atención compartida segura y eficaz de los pacientes portadores de DAVI.
La investigación futura debe centrarse en investigar prospectivamente el impacto de la implementación de los MAC a nivel del paciente, del centro implantador y el lugar de atención compartida, pero se trata de un sistema organizativo prometedor que debería imponerse como un estándar de calidad en la atención de los pacientes portadores de DAVI.
REFERENCIA:
Drost VCE, Otterspoor LC, Zijderhand CF, Sjatskig J, Kluin J, De Boer RA, Caliskan K. Shared care for patients with a left ventricular assist device: a scoping review. Eur J Cardiothorac Surg. 2024 Sep 2;66(3):ezae285. doi: 10.1093/ejcts/ezae285.