El número de adultos con cardiopatías congénitas (CC) ha aumentado en las últimas décadas. Gracias a los avances médicos y quirúrgicos, la mayoría de los niños intervenidos alcanza la edad adulta, formando una cohorte de pacientes complejos, con secuelas anatómicas y funcionales que requieren un seguimiento especializado y herramientas diagnósticas más precisas.
La ecocardiografía bidimensional (eco 2D) ha sido, tradicionalmente, la técnica de referencia. Sin embargo, sus limitaciones son conocidas: dependencia del plano de corte, dificultad para la evaluación de estructuras complejas y riesgo de interpretaciones incompletas. En este contexto, la ecocardiografía tridimensional (eco 3D) ha emergido como una herramienta capaz de ofrecer una visión más completa de la anatomía cardiaca, mejorando la precisión diagnóstica y planificación de intervenciones. El reto actual es cómo trasladar esta tecnología a la práctica clínica rutinaria de estos pacientes
El documento es una declaración científica consensuada, elaborada por expertos en CC e imagen cardiovascular, avalada por la European Society of Cardiology (ESC) y la European Association of Cardiovascular Imaging (EACVI). En él se revisan las principales aplicaciones del eco 3D en adultos con CC, desde la valoración de cavidades y función ventricular hasta el estudio de válvulas y flujos, incluyendo aspectos técnicos de adquisición y postprocesado. También se comparan de forma crítica sus ventajas y limitaciones frente al eco 2D, la resonancia magnética cardiaca (RMC) y la tomografía computarizada (TC), integrando datos cuantitativos (mediciones de volúmenes, fracción de eyección, gradientes) y recomendaciones cualitativas sobre interpretación de imágenes.
Por lo tanto, ¿qué aporta el eco 3D?
- Ventrículos: La eco 3D permite medir volúmenes y función ventricular con mayor exactitud. Sus mediciones se correlacionan muy bien con la RMC, aunque tienden a subestimar ligeramente los volúmenes, por lo que resulta fundamental usar los valores de referencia específicos para esta técnica, recogidos en el documento. Se consolida como una técnica fiable para la evaluación ventricular, con un valor diagnóstico y pronóstico superior al de la eco 2D. Su uso debe priorizarse en pacientes con anatomías ventriculares complejas (ventrículos con sobrecarga de presión o volumen, ventrículo derecho (VD) sistémico, ventrículos únicos, entre otros) y siempre en centros con experiencia.
- Válvulas: La eco 3D consigue una visualización en tiempo real de la morfología valvular, permitiendo una evaluación detallada de las valvas y del anillo, así como la mejor caracterización de alteraciones como prolapsos, hendiduras, entre otras. En la estenosis valvular, la planimetría 3D permite analizar de forma más precisa múltiples niveles de obstrucción, hallazgo muy frecuente en pacientes con CC. En el caso de las insuficiencias, ayuda a caracterizar mejor los flujos regurgitantes y, mediante reconstrucciones multiplanares, permite la planimetría directa del área de la vena contracta 3D, aportando un valor añadido especialmente en presencia de jets no circulares o múltiples.
- Dispositivos e intervenciones: Se reconoce el valor del 3D para guiar implantes, cierres de defectos septales o evaluación de prótesis.
En conjunto, la conclusión principal de los autores es clara: el eco 3D debe integrarse en la práctica clínica habitual del seguimiento de adultos con CC, como complemento imprescindible del eco 2D. Su papel no es sustituir, sino mejorar la valoración global del paciente.
COMENTARIO:
Este documento marca un paso decisivo en la consolidación del eco 3D como herramienta de referencia en el ámbito de las CC del adulto. Desde un punto de vista práctico, aporta claridad sobre cuándo utilizarlo de forma rutinaria. No todos los pacientes requieren una exploración tridimensional en cada visita, pero sí aquellos con ventrículos complejos o dilatados, válvulas reparadas o disfuncionantes, sospecha de defectos septales residuales o pacientes con necesidad de planificar una intervención.
Uno de los aspectos más interesantes es la evaluación del VD. En pacientes con CC, el VD suele estar dilatado o remodelado de forma atípica. Con el eco 3D, al poder reconstruir toda la cavidad, facilita cuantificaciones más reproducibles y fieles a la realidad anatómica. Este avance es fundamental, ya que la función del VD es uno de los determinantes pronósticos más importantes en muchas CC (p. ej. tetralogía de Fallot reparada, cardiopatías con VD sistémico, entre otras).
En lo relativo a las válvulas, la visión “en cirujano” que ofrecen las proyecciones en 3D se traduce en una mejor planificación de reparaciones valvulares, particularmente útil en las válvulas auriculoventriculares displásicas o con implantes previos. Además, la posibilidad de integrar la información tridimensional en sistemas de navegación para intervenciones estructurales abre nuevas oportunidades para la cardiología intervencionista.
Otro punto clave del documento es la reflexión sobre las limitaciones actuales. Aunque el eco 3D mejora la correlación con la resonancia, aún existen problemas técnicos: necesidad de equipos avanzados, dependencia de ventanas acústicas adecuadas y tiempo de postprocesado. Esto subraya la importancia de la formación especializada de los equipos de imagen.
En conclusión, el eco 3D ya no es opcional, sino un recurso necesario en la valoración de los pacientes con CC. Adoptarlo de forma generalizada permitirá diagnósticos más precisos, planificar intervenciones más seguras y, en consecuencia, mejorar la calidad asistencial de nuestras unidades.
REFERENCIA:
Surkova E, Brida M, Muraru D, van den Bosch A, Elsayed HM, Li W, et al. Three-dimensional echocardiography in adults with congenital heart disease: a scientific statement of the European Society of Cardiology Working Group on Adult Congenital Heart Disease and the European Association of Cardiovascular Imaging of the European. Eur Heart J Cardiovasc Imaging. 2025;26:1244-69. doi:10.1093/ehjci/jeaf105.
