El Servicio de Cirugía Cardíaca del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) ha implantado, por primera vez en España, tres válvulas aórticas de última generación que incorporan tejido porcino y un nuevo anillo de sutura que permite implantar prótesis de mayor tamaño para mejorar el paso del flujo sanguíneo.
El equipo que dirige el cirujano cardíaco Jacobo Silva ha realizado ya tres intervenciones este mes a otros tantos pacientes, dos hombres y una mujer, todos mayores de 70 años, con deterioro de la válvula aórtica y pronóstico complicado sin intervención. La evolución ha sido buena y ahora continúan con el proceso de recuperación en sus domicilios.
«Los resultados iniciales han sido muy esperanzadores», asegura el doctor Silva, destacando que el HUCA es uno de los pocos elegidos por la multinacional que fabrica estas prótesis para presentarlas en Europa: «De siete válvulas que se han colocado en toda Europa, tres han sido en el HUCA. Además, es la primera vez que se coloca en España».
La principal novedad de esta prótesis reside en el diseño del anillo de sutura, que es más reducido en tamaño y utiliza un material más flexible, con lo que se acomoda mejor a la anatomía del paciente y permite que haya más espacio para el orificio interno de la bioprótesis. De este modo, se logra una mayor área efectiva, es decir, un paso más amplio, que puede superar hasta en dos milímetros al que se conseguía con los dispositivos anteriores de forma que en cada latido pueda haber mayor flujo sanguíneo.
El material porcino se emplea en este tipo de válvulas desde hace más de cuatro décadas, si bien su uso está cada vez más extendido por los buenos resultados cosechados. “Es una satisfacción poder ofrecer a los pacientes válvulas diseñadas para mejorar sustancialmente su salud y aportar mejores opciones terapéuticas para su evolución”, asegura Jacobo Silva.
El Servicio de Cirugía Cardiaca del HUCA fue, dentro del contexto nacional, el que más intervenciones realizó el año pasado y el que obtuvo mejores resultados de seguridad, especialmente en los procesos coronarios. En total, efectuó 917 operaciones a 902 pacientes, la inmensa mayoría de los cuales (88%) se sometieron a cirugía mayor. De este modo, el hospital se consolida como el que más actividad lleva a cabo por millón de habitantes del Sistema Nacional de Salud.
Una patología que puede causar complicaciones graves
La enfermedad de la válvula aórtica impide el normal funcionamiento de la válvula ubicada entre la cavidad inferior izquierda del corazón y la principal arteria del cuerpo. Si no se trata adecuadamente, puede llevar a complicaciones graves.
Esta patología tiene relación con la edad y en muchos casos se produce por la acumulación de depósitos de calcio en los velos de la válvula, lo que provoca un estrechamiento que dificulta el paso de la sangre. También puede deberse a una infección bacteriana que termina afectando al corazón.
El problema puede ser de dos tipos. Uno de los fallos se produce cuando la válvula aórtica no se abre completamente (estenosis aórtica) y otro cuando no se cierra correctamente (regurgitación aórtica). En ambos casos, el corazón no bombea sangre de manera eficiente y el flujo sanguíneo se reduce.
Cuando las válvulas cardíacas no se pueden reparar, se opta por el reemplazo quirúrgico mediante dispositivos mecánicos o bioprotésicos de tejido animal que se implantan en un procedimiento a corazón abierto, tal y como ha ocurrido con los tres pacientes del HUCA.