La palabra ergonomía no es un término desconocido, de hecho, es una característica fundamental para los nuevos productos que incorporamos a nuestra vida diaria. Ergonomía es la aplicación del método científico sobre el diseño de objetos, sistemas o entornos de uso humano. Su objetivo principal es proporcional seguridad, confort, facilidad de uso, rendimiento y productividad a los objetos que empleamos. Hay abundante literatura donde se documenta que jornadas quirúrgicas prolongadas en posturas ergonómicamente pobres resultan en mayor número de errores técnicos, bajas laborales y malestar del cirujano.
El estudio de hoy, es reflejo de la preocupación de la comunidad cardioquirúrgica sobre las lesiones musculoesquléticas derivadas de posturas ergonómicamente deficientes y largas horas de quirófano. Se trata de una encuesta anónima con 33 preguntas que pretende describir la salud musculoesquelética, las percepciones y los hábitos ergonómicos de los cirujanos cardíacos americanos.
De los 600 cirujanos entrevistados, la prevalencia de lesiones musculoesqueléticas derivadas de largas horas en el quirófano fue del 64%, un tercio de lo cirujanos tuvieron que darse de baja durante un periodo para recuperarse y un 20% precisaban tratamiento crónico con analgésicos. Las lesiones más frecuentes fueron de la columna cervical en un 35% de los casos, seguida de lumbalgia en otro 30% de los entrevistados. En un análisis multivariable se objetivó que la práctica de cirugía cardíaca era un factor de riesgo para este tipo de lesiones ocupacionales (OR = 1,8). El 90% de los cirujanos opinaron que la institución en la que trabajan no proveía de educación ni material ergonómico para el desempeño de su labor.
El estudio concluye que la incidencia de lesiones ocupacionales en la comunidad cardioquirúrgica es alarmantemente alta, resultando en gran numero de bajas laborales e incluso de jubilaciones anticipadas. Esta encuesta evidencia la necesidad de mejorar la educación postural y adoptar técnicas para mejorar nuestros hábitos ergonómicos en quirófano.
COMENTARIO:
Como cirujano cardíaco congénito no era consciente del concepto de ergonomía en el quirófano hasta leer este artículo. Después de hacer una búsqueda bibliográfica en Pubmed® encontrando cientos de artículos sobre el tema, lo que más sorprende, es que este sea el primero que aborde el tema de la ergonomía en la comunidad cardioquirúrgica. Reflejo de la falta de consciencia de este asunto es el 20% de respuestas de los 2800 cirujanos encuestados. Aquellos que respondieron fueron en su mayoría varones (92%), con más de 55 años y con más de 20 años de experiencia. La representación femenina fue escasa, solamente 48 participantes. Sin embargo, precisamente, son las que más expuestas están a hábitos ergonómicos pobres debido a que todo el entorno quirúrgico esta construido alrededor de un fenotipo masculino que suele ser más alto y con manos más grandes. Otro dato alarmante es que el 97% (n = 371) de los cirujanos que presentaban alguna lesión musculoesquelética no solicitó tratamiento para solucionarlo, simplemente ignoraron el problema.
El artículo menciona someramente distintas estrategias empleadas por los encuestados para combatir estas lesiones. Algunos hacían sesiones cortas de estiramiento durante la cirugía, otros empleaban alfombras anti-fatiga. Se hacía hincapié sobre la altura de la mesa a la hora de operar y el ángulo de flexión de los codos en función del procedimiento a realizar. Los cirujanos torácicos tenían más conciencia de adoptar posturas ergonómicas durante sus intervenciones.
Cada especialidad quirúrgica es distinta y cada una tiene su forma de trabajar. En el caso de la cirugía cardíaca, cuando un paciente esta conectado a la máquina de circulación extracorpórea cada minuto cuenta y el objetivo es terminar el procedimiento lo antes posible. No hay tiempo para dar un paso atrás y estirar las lumbares o la nuca. El momento para afrontar el peaje de una jornada quirúrgica de media de 4 horas en adelante, es antes y después de quirófano. Al igual que un atleta, el/la cirujano/a cardíaco/a tiene que preparar su cuerpo para afrontar largas horas de quirófano. Hay compañeros que se dedican a la halterofilia, otros corren o nadan, incluso hay quienes practican Tabata (entrenamiento de intervalos de alta intensidad) para pre-acondicionarse y evitar lesiones derivadas de nuestra práctica quirúrgica. Tenemos cirugías donde el cuerpo adopta diversas posturas, hay momentos de una intervención donde uno puede estar sentado cuando se extrae una arteria mamaria o se realiza una cirugía videotoracoscópica, pero en otras cirugías toca forzar el cuello como cuando uno empieza a reparar un drenaje venoso anómalo pulmonar parcial derecho y se esta dando los primeros puntos de la derivación intracava. A diferencia de otras cirugías como la toracoscopia o la robótica, en nuestras intervenciones es raro tener el cuello estático. Esta en constante movimiento, para ver la hemodinámica en el monitor, para hablar con el anestesista o el perfusionista, para ver a través de las lupas o por el lateral cuando una sutura se traba fuera del campo de visión. A este movimiento cabe destacar el peso de las mencionadas lupas y de los fotóforos, que afortunadamente han sufrido un proceso de modernización y aligerado con nuevos materiales. Con respecto a las lupas, hay mucha controversia acerca de los aumentos de la óptica. Personalmente, uso lupas con un aumento de 2,5x que junto con mi distancia focal me permite operar cómodamente con los codos flexionados a 90 grados. Hay cirujanos que prefieren tener las manos más cerca de la cara por lo que flexionan más los codos y esto hace que cada cirujano opte por una distancia focal distinta. Este aumento lo uso tanto para el paciente congénito adulto como cirugía neonatal, y creo que en mi caso lo único que aportan las lupas con más aumentos es mayor peso sobre la nariz que, después de varias horas de cirugía, es una carga molesta. Por esta misma razón, prefiero tener el fotóforo sobre mi cabeza y no sobre las lupas. Hay compañeros que usan lupas con aumentos de 3,5x para la cirugía neonatal y otros con aumento de 4x para la cirugía coronaria, al final de la jornada acaban con más molestias en la zona cervical por el mayor peso. El grado de aumentos de las lupas es fundamental como factor a considerar a la hora de la casuística y la ergonomía. Todo esto cambia, cuando uno esta asistiendo en vez de operar, se mira menos por las lupas y más por la visión periférica. En este caso las lupas no deberían estorbar la visión del campo.
En conclusión, la comunidad cardioquirúrgica deberíamos concienciarnos más sobre la ergonomía en quirófano, adoptar buenos hábitos posturales y tomar las medidas oportunas para evitar lesiones. Nuestros cuerpos, al igual que los coches en las 24 horas de Le Mans, tiene que hacer paradas técnicas en los boxes para poder seguir rindiendo al máximo de sus capacidades. No concienciarnos de ello pronto nos condenará a una vida laboral con lesiones y una vida personal con dolores.
REFERENCIA:
Mathey-Andrews CA, Venkateswaran S, McCarthy ML, Potter AL, Copeland J, Panda N, et al. A national survey of occupational musculoskeletal injuries in cardiothoracic surgeons. J Thorac Cardiovasc Surg. 2024 Aug;168(2):617-625.e3. doi: 10.1016/j.jtcvs.2023.08.038.