Resultados tras cirugía valvular en pacientes con endocarditis infecciosa y embolia cerebral séptica preoperatoria: perspectivas del registro CAMPAIGN.

Resultados del registro alemán CAMPAIGN focalizados en comparar la morbimortalidad de los pacientes con embolia cerebral séptica por endocarditis infecciosa respecto de los que no la presentaron.

La endocarditis infecciosa (EI) representa un gran problema de salud pública, con una incidencia estimada de 13,8 casos por 100.000 individuos por año, responsable de 66.300 muertes a nivel mundial debido a su asociación con alta morbimortalidad. El accidente cerebrovascular séptico-embólico es considerado una de las complicaciones más temidas y frecuentes, presentándose en hasta el 50% de los pacientes con EI y asociándose con un mayor riesgo de muerte. Sin embargo, el impacto de la embolia cerebral séptica preoperatoria (ECSP) en los resultados posoperatorios y la supervivencia a largo plazo en pacientes con EI que requieren cirugía valvular no ha sido completamente investigado.

El objetivo de este estudio fue analizar el impacto de la ECSP en los resultados a corto y largo plazo en los pacientes con EI sometidos a cirugía valvular. Se trata de un estudio retrospectivo basado en el registro del Proyecto Clínico Multicéntrico para el Análisis de la Endocarditis Infecciosa en Alemania (CAMPAIGN), realizado entre 1994 y 2018 en 6 centros alemanes, con seguimiento hasta el primer trimestre de 2022.

Se analizaron datos demográficos, factores de riesgo, antecedentes, estado clínico, datos ecocardiográficos, microbiológicos, detalles intra y postoperatorios y complicaciones. Durante el período de estudio, un total de 4.917 pacientes se sometieron a cirugía cardíaca por EI. De estos, 3.909 (79,5%) pacientes no presentaron ECSP, mientras que 1.008 (20,5%) presentaron ECSP.

Dentro del grupo con ECSP, el 71,6% presentó sintomatología y el 28,4% fue totalmente asintomático. Se observó en el grupo con ECSP mayor prevalencia de factores de riesgo cardiovasculares, como tabaquismo (21,3% vs. 17,1%; p < 0,005), infarto de miocardio (8,8% vs. 6,7%; p < 0,05), hipertensión arterial (62,5% vs. 47,6%; p < 0,05) y arteriopatía periférica (9,3% vs. 7,2%; p < 0,001). Asimismo, se observó un EuroSCORE II significativamente más elevado (11% vs. 10%; p < 0,007).

También se observó un requerimiento significativamente mayor de ventilación mecánica preoperatoria (18,1% vs. 7,2%; p < 0,001). Además, presentaron una prevalencia significativamente superior de EI de válvula mitral (44,1% vs. 33,0%; p < 0,001), presencia de vegetaciones (87,8% vs. 57,9%; p < 0,001) y presencia de vegetaciones grandes (>10 mm; 43,1% vs. 30,0%; p < 0,001). La presencia de Staphylococcus spp. como microorganismo causal fue significativamente mayor en el grupo de ECSP (42,3% vs. 21,3%; p < 0,001).

En referencia a los resultados postoperatorios, se observó en el grupo de ECSP una media de tiempo significativamente más elevado de ventilación mecánica (25 h vs. 15 h; p < 0,001) y mayor media de estancia en UCI (4 días vs. 3 días; p < 0,001). Se observó también en el posoperatorio en el grupo ECSP una incidencia significativamente mayor de accidente cerebrovascular de nueva aparición (24,9% vs. 12,0%; p < 0,001).

En relación al análisis de la mortalidad a los 30 días (22,8% vs. 20,1%) y a la supervivencia a 5 años (49,1% vs. 47,8%), no se encontraron diferencias estadísticamente significativas.

Los autores concluyeron que la mortalidad temprana y la supervivencia a 5 años es similar tanto en aquellos pacientes que presentaron como en aquellos que no presentaron una ECSP. Sin embargo, es necesario evaluar meticulosamente el estado general del paciente para la toma de decisiones.

COMENTARIO:

La ECSP es considerada una de las complicaciones más frecuentes de la endocarditis infecciosa (EI). Este artículo reafirma la prevalencia descrita en las guías de práctica clínica de 2023 de la ESC sobre EI (35%), presentándose en un 20,5% de la población analizada en el registro CAMPAIGN. Además, confirma los datos ya presentes en investigaciones sobre la asociación de EI y ECSP, como mayor prevalencia de compromiso de cavidades izquierdas, presencia de vegetaciones, tamaño de las vegetaciones e infección por Staphylococcus spp.

La presencia de un ECSP no modificó la mortalidad a 30 días ni la supervivencia a 5 años; no obstante, se asoció a una mayor presencia de factores de riesgo basales y a una recuperación más tardía.

Se debe resaltar que el estudio careció del análisis de imágenes de las características tomográficas específicas, la extensión del evento cerebral séptico-embólico, así como de información sobre el grado y tipo de manifestaciones neurológicas y estado neurológico previo a la intervención o en el posoperatorio, lo cual no permite un análisis completo de los resultados.

Finalmente, es importante que la presencia de ECSP sea vista de manera integral, valorando el compromiso neurológico del paciente, y que su sola presencia no sea considerada un factor de morbimortalidad excesivo o determinante para la toma de decisiones.

REFERENCIA:

Marin-Cuartas M, De La Cuesta M, Weber C, Krinke E, Lichtenberg A, Petrov A, et al. Outcomes following heart valve surgery in patients with infective endocarditis and preoperative septic cerebral embolism: insights from the CAMPAIGN study group. Eur J Cardiothorac Surg. 2024 Aug 2;66(2):ezae295. doi: 10.1093/ejcts/ezae295.

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