¿Un sencillo gesto con gran impacto? La pericardiotomía posterior izquierda en cirugía de aorta

Estudio observacional que compara retrospectivamente el impacto en términos de desarrollo de taponamiento cardiaco y fibrilación auricular postoperatoria de la pericardiotomía posterior izquierda en el contexto de cirugía de aorta.

La cirugía sobre la aorta ascendente y la raíz aórtica conlleva una elevada complejidad técnica y no está exenta de complicaciones postoperatorias relevantes. Entre ellas, el derrame pericárdico (y su evolución más temida, el taponamiento cardíaco), así como la fibrilación auricular (FA) postoperatoria, son frecuentes y tienen un claro impacto en la morbilidad, la estancia hospitalaria y los costes sanitarios.

La pericardiotomía posterior izquierda (posterior left pericardiotomy, PLP) ha sido descrita como una técnica para facilitar el drenaje del líquido pericárdico hacia la cavidad pleural izquierda, reduciendo así el derrame pericárdico y las arritmias tras cirugía cardíaca.

El artículo comentado presenta los resultados de un estudio retrospectivo realizado en el University Heart Center de Bonn, en el que se incluyeron 256 pacientes sometidos a cirugía electiva de la aorta ascendente y/o raíz aórtica entre enero de 2014 y junio de 2024. Los pacientes fueron divididos en dos grupos en función de si se había realizado PLP o no (116 pacientes en el grupo con PLP y 140 en el grupo sin PLP). Con el objetivo de reducir los sesgos propios de los estudios observacionales, los autores aplicaron un emparejamiento por puntuación de propensión, basado en múltiples variables clínicas y preoperatorias, lo que permitió obtener dos cohortes comparables.

Los objetivos primarios del estudio fueron la necesidad de reintervención por sangrado o derrame pericárdico con evolución a taponamiento cardíaco, y la aparición de FA postoperatoria. La mortalidad a 30 días se definió como objetivo secundario. En cuanto a la técnica quirúrgica, en todos los casos el abordaje fue mediante esternotomía media. En los pacientes en los que se realizó PLP, ésta se llevó a cabo una vez completada la cirugía principal pero antes de finalizar la circulación extracorpórea. La maniobra consistió en una incisión de 4–5 cm en el pericardio posterolateral, desde la vena pulmonar inferior izquierda hasta el diafragma, con cuidado de preservar el nervio frénico. Como práctica estándar, en todos los pacientes se abrieron ambas cavidades pleurales y se colocaron tubos de drenaje en cada una, junto con un drenaje retroesternal. En el grupo sin PLP, se añadió además un drenaje pericárdico convencional. Por el contrario, en los pacientes que recibieron la PLP no se colocó ningún drenaje adicional en la cavidad pericárdica, ya que el objetivo de la incisión era precisamente permitir un drenaje hacia el hemitórax izquierdo.

Los resultados del estudio mostraron que tanto la tasa de reesternotomía por taponamiento como la incidencia de FA postoperatoria fueron significativamente menores en el grupo con PLP (3,4 % vs. 12,9 % y 16,4 % vs. 36,4 %, respectivamente), con valores de p estadísticamente significativos (p < 0,01) en ambos casos. No se registraron complicaciones asociadas a la realización de la PLP, como lesión del nervio frénico. El grupo con PLP también presentó menor tiempo de ventilación mecánica e ingreso hospitalario. No se hallaron diferencias en cuanto a la supervivencia a 30 días ni al año.

COMENTARIO:

Los pacientes sometidos a cirugía de aorta, debido a la complejidad técnica del procedimiento y al uso de hipotermia, presentan un mayor riesgo de desarrollar derrame pericárdico, lo que en ocasiones requiere revisión quirúrgica en el postoperatorio inmediato. La reintervención por sangrado se asocia con un incremento en las complicaciones y en la mortalidad, lo que conlleva un aumento notable de los costes hospitalarios. Además, la presencia de derrame pericárdico contribuye a una mayor incidencia de arritmias postoperatorias, que pueden aparecer en el 20–50 % de los casos. En 1995, Mulay et al. describieron la PLP como una técnica para facilitar el drenaje del líquido pericárdico hacia la cavidad pleural izquierda, con el objetivo de reducir tanto el derrame como las arritmias tras cirugía coronaria.

En este estudio retrospectivo unicéntrico publicado recientemente, se investiga por primera vez la efectividad de la PLP sobre la incidencia de reintervención y FA postoperatoria tras cirugía de aorta, encontrándose diferencias significativas en la reducción de ambas complicaciones en el grupo de pacientes con PLP. Adicionalmente, se observan beneficios en los tiempos de ventilación mecánica y estancia hospitalaria, sin encontrarse diferencias en cuanto a la supervivencia a corto y medio plazo. El hecho de que no se reportaran complicaciones asociadas a la técnica también resulta relevante.

Si bien el diseño retrospectivo y la inclusión histórica de pacientes pueden inducir ciertos sesgos, el uso de un sistema de ajuste por puntuación de propensiones refuerza la comparabilidad entre grupos y la validez de las conclusiones. Este estudio aporta evidencia sólida sobre el valor añadido de una técnica quirúrgica sencilla, reproducible y sin efectos adversos relevantes, en la prevención de complicaciones frecuentes y potencialmente graves. En el contexto de la cirugía de aorta, donde el umbral de complicaciones ya es considerable, este “pequeño gesto” podría traducirse en un impacto clínico significativo y merecer, por tanto, una consideración seria en la práctica quirúrgica habitual.

REFERENCIA:

Hamiko M, Spaeth A, Alirezaei H, Krasivskyi I, Rogaczewski J, Silaschi M, et al. Posterior left pericardiotomy for prevention of re-thoracotomy and postoperative atrial fibrillation in aortic surgery. Interdiscip Cardiovasc Thorac Surg. 2025 May 6;40(5):ivaf105. doi: 10.1093/icvts/ivaf105.

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