Uvas para el corazón

Fuente: informacionsanfernando.es
Autor: José Manuel Revuelta Soba

Diversos contaminantes naturales -bacterias y hongos-, múltiples productos químicos usados en los fertilizantes, aguas de riego contaminadas, elevada radiación ultravioleta y sorprendentes cambios medioambientales están impactando gravemente sobre el mundo vegetal que nos nutre. Más de 70 especies de plantas y frutos hubieran desaparecido de la Tierra si no dispusieran de la fotoalexina, polifenol antimicrobiano muy eficaz, conocido como resveratrol (3,5,4-trihidroxiestilbeno).

Desde hace más de 2.000 años, diversos extractos de plantas conteniendo resveratrol se vienen utilizado, de forma empírica, con fines médicos. Tras su descubrimiento, a finales del siglo pasado, comenzaron a estudiarse sus propiedades beneficiosas para el ser humano.

Estepolifenol se acumula en las plantas para combatir e inhibir el desarrollo de microorganismos y hongos invasores, como el hongo gris (botrytiscinerea) y hongo negro (rhizopusstolonifer) que, con frecuencia, afectan a las uvas. El resveratrol se presenta en la naturaleza como dos isómeros libres o unidos a la glucosa: transresveratrol y cisresveratrol, siendo el isómero trans- el que tiene mayores efectos biológicos. La síntesis y acumulación del resveratrol dependen del tipo y la variedad de factores estresantes que sufren las plantas afectadas, de forma que “a mayor contaminación, mayor producción de resveratrol” en las uvas, moras, frambuesas, cacahuetes, arándanos y grosellas. La concentración de esta fitoalexina natural se produce como respuesta y mecanismo de defensa vegetal ante la intrusión de microorganismos y/o condiciones medioambientales adversas.

La presencia de resveratrol en el vino procede, fundamentalmente de las uvas rojas, de su piel, semillas, peciolos y partes leñosas. El vino tinto es más rico en resveratrol que el vino blanco; además, durante la producción del tinto se maceran las partes de la uva con mayor concentración de resveratrol, a diferencia de la obtención del blanco que se suelen desechar. El alcohol que se forma durante la fase de fermentación de la uva favorece la solubilidad del resveratrol, efecto necesario ya que por su propia estructura química posee escasa solubilidad (<0,05mg/ml), lo que afecta su absorción intestinal. El resveratrol es absorbido en el intestino delgado por difusión pasiva y formando complejos con las integrinas -glucoproteínas que participan activamente en la digestión-. Cuando el resveratrol llega a la sangre, establece una unión estable con la albúmina del plasma, formando un reservorio natural, preparado para su distribución y biodisponibilidad cuando el organismo humano lo necesite.

¿Elixir de la vida?

La evidencia científica sobre la eficacia del resveratrol en humanos es limitada y no exenta de controversias, que surgieron tras algunos estudios in vitro/in vivo recientes en los que apreciaron su escasa biodisponibilidad tras la administración por vía oral. Los aspectos referentes a la estabilidad y farmacocinética de los metabolitos del resveratrol resultan fundamentales para entender y aplicar sus supuestas propiedades beneficiosas y/o terapéuticas. En la actualidad, la información científica sobre el metabolismo del resveratrol y sus isómeros en personas sanas es escasa y poco concluyente. Se desconoce su lugar de almacenaje dentro de las células, la estabilidad de la molécula original y sus metabolitos, siendo necesario disponer de mayor información para poder comprender su completa actividad biológica.

Se dispone de múltiples publicaciones que hacen pensar que estamos ante una sustancia asombrosa, un componente biológico primordial o “elixir de la vida”. Al resveratrol le atribuyen efectos muy beneficiosos para retrasar el envejecimiento, por su acción antioxidante e incrementar la actividad de la sirtuin 1 (SIRT1), una enzima que repara los daños causados en el DNA humano y defiende del estrés celular y metabólico. Asimismo, se ha descrito que este conocido polifenol posee acciones anticancerígenas, antiinflamatorias, antialérgicas, protectora del sistema nervioso y la enfermedad de Alzheimer, estimuladora de la osteogénesis -formación de tejido óseo- y otros beneficios para preservar la salud y alargar la vida.

La paradoja francesa

Las acciones potenciales de los suplementos dietéticos para reducir la morbilidad -personas que enferman- y mortalidad cardiovascular se han investigado, a lo largo de los últimos decenios. A finales de los ochenta, se puso de relieve que los franceses tenían una menor incidencia de enfermedades cardiacas, a pesar de su ingesta de grasas saturadas similar, o incluso mayor, a otros países industrializados. Este hallazgo, conocido como la “paradoja francesa”, se atribuye a una mayor ingesta de vino tinto de la población francesa. Se sabe que el vino tinto contiene abundantes polifenoles, como la catequina, la quercetina y el resveratrol, causantes de su efecto cardioprotector.

Serge Renaud, un investigador médico francés, conocido como «el padre de la paradoja francesa», falleció recientemente a los 85 años, en un poblado cerca de Burdeos. Este científico se dio a conocer en el mundo en 1991, cuando apareció en el reputado programa de noticias 60 Minutes de CBS-TV norteamericana, argumentando que el vino tinto era parte de un estilo de vida cardiosaludable. Explicó con datos epidemiológicos que Francia tenía tasas de enfermedades cardiovasculares más bajas que Estados Unidos, a pesar de que ambas poblaciones consumían dietas ricas en grasas. Renaud argumentó que el consumo moderado de vino con las comidas, particularmente de vino tinto, constituía un elemento a tener en cuenta para mejorar la salud.

Anteriormente, la investigación médica consideraba al alcohol como un factor de riesgo, nunca como parte del estilo de vida cardiosaludable. La sorprendente tesis de Renaud no solo aumentó drásticamente las ventas de vino tinto francés (44 por ciento) en los Estados Unidos, sino que estimuló la investigación científica para explorar los beneficios para el corazón y la salud en general, del consumo moderado de alcohol -un vaso de vino con la comida-.

Pronto se describieron sus propiedades beneficiosas sobre el corazón y las arterias, especialmente por sus acciones antiinflamatorias y antioxidantes. Durante estos 30 años, este famoso polifenol y su estrecha relación con el vino tinto ha protagonizado más de 20.000 artículos científicos e inspirado diversos simposios, monografías, conferencias y patentes de suplementos dietéticos, bajo diversos nombres comerciales.

https://doi.org/10.4062%2Fbiomolther.2018.176

Sus efectos favorables sobre el sistema cardiovascular se centran en su eficaz acción para reducir los acúmulos de triglicéridos -principales constituyentes de la grasa corporal en los seres humanos- y regular la lipolisis -proceso metabólico encargado de la descomposición de los lípidos y su liberación del tejido adiposo-. Se ha comprobado también su acción sobre las vías de transducción de señales de la longevidad celular, el metabolismo energético de los cardiomiocitos -células contráctiles del corazón- y la remodelación cardíaca.

Diversos estudios científicos han confirmado el efecto beneficioso del resveratrol, a pesar de su baja concentración plasmática, como molécula antiinflamatoria eficaz para el corazón, gracias a su acumulación en los cardiomiocitos y las paredes de las arteriales coronarias. La acción cardioprotectora tiene lugar en el endotelio arterial -capa de células muy activas que recubren el interior de las arterias-, disminuyendo los niveles de colesterol y triglicéridos, así como estimulando la producción de óxido de nitrógeno, potente vasodilatador arterial. Como antiagregante plaquetario protege de la formación de coágulos –trombosis– en las extremidades y del ictus cerebral.

https://doi.org/10.3390%2Fijms221810152

Sin duda, se trata una molécula biológicamente activa con propiedades saludables para el ser humano, aunque los estudios científicos realizados in vivo, hasta el momento, no permiten confirmar, con total seguridad, algunas de sus potenciales acciones beneficiosas, en parte debido a su baja biodisponibilidad. Los recientes meta-análisis realizados permiten confirmar dichos efectos saludables, sin embargo, algunos de estos estudios presentan un alto riesgo de sesgo (según detecta el programa SYRCLE) y sus resultados clínicos no siempre se presentan claramente. Sin duda, se necesitan más estudios clínicos (ensayos aleatorizados, doble ciego y controlados con placebo) para confirmar objetivamente sus efectos beneficiosos cardiovasculares y su supuesto potencial terapéutico.

https://doi.org/10.1007/s11845-020-02441-x

Un buen negocio

Según el Departamento de Salud de los Estados Unidos (US Department of Health), alrededor del 86 por ciento de los norteamericanos consumen algún tipo de suplemento dietético. Entre ellos, destacan los productos conteniendo polifenoles, como el resveratrol, especialmente por su efecto antioxidante. Parecería que los antioxidantes fueran adictivos, un negocio seguro.

Diversas empresas que analizan los mercados internacionales, como FMI (Future Market Insights®) o GMI (Global Market Insights®), estiman un crecimiento anual global del 6,7 por ciento al 8,6 por ciento en las ventas de los suplementos dietéticos y cosméticos de resveratrol, siendo Estados Unidos su primer consumidor, seguido por Latinoamérica y Europa. Este mercado está creciendo significativamente por las cremas de belleza conteniendo este polifenol, con objeto de reducir los efectos naturales del envejecimiento, aunque el consumo de los suplementos dietéticos presenta un mayor crecimiento de las ventas internacionales. En el mercado especializado se encuentran múltiples suplementos dietéticos conteniendo resveratrol, en comprimidos o cápsulas, con precios de venta que oscilan entre 5,20 y 51 euros.

España dispone de unas fuentes naturales excelentes de resveratrol, con abundante producción de uvas y vinos tintos de gran calidad, además de una población acostumbrada a la acreditada dieta mediterránea. La sabiduría popular, con milenios de experiencia a sus espaldas, nos enseña que es preferible consumir alimentos naturales y frescos, a los suplementos dietéticos de dudosa eficacia.

“Quien come con cordura, por su salud procura” – Refrán español

José Manuel Revuelta Soba

Catedrático de Cirugía. Profesor Emérito de la Universidad de Cantabria